El Instituto Neuroregenerativo

La terapia de oxígeno hiperbárico (TOHB) es un tratamiento médico que utiliza altas dosis de oxígeno junto con un aumento de la presión atmosférica para mejorar el suministro de oxígeno a todos los tejidos del cuerpo. El aumento de la cantidad de oxígeno disponible mejora la función celular en todo el cuerpo. El aumento de la entrega de oxígeno al cerebro específicamente, ha demostrado mejorar los muchos síntomas que sufren las personas con TBI. Además, el HBOT se utiliza comúnmente para aumentar la inmunidad, en la curación de heridas, para tratar el mal de altura y las enfermedades relacionadas con el buceo, como las curvas, para ayudar en la recuperación deportiva y para ayudar a otras terapias regenerativas como PRP y tratamientos con células madre.

En el Instituto Neuroregenerativo de South Florida Injury, utilizamos el HBOT para tratar las lesiones cerebrales traumáticas (TBI) y los dolores de cabeza postraumáticos. Estas sesiones duran de 1 a 2 horas y se realizan de 2 a 3 veces por semana durante un máximo de 40 a 80 semanas. Los pacientes son evaluados con frecuencia para personalizar los planes de tratamiento en función del alivio sintomático (mejora de la atención, la memoria y la concentración, mejora de las emociones afectadas negativamente por el trauma, mejora de la sensibilidad a la luz/los sonidos, mejora del sueño, mejora de la gravedad y la frecuencia de los dolores de cabeza).

El NAD+ (nicotinamida adenina dinucleótido) es una coenzima que se encuentra en todas las células del cuerpo y que interviene en muchos de sus procesos. Se ha demostrado que la administración de suplementos de NAD+ retrasa el proceso de envejecimiento, restablece la función neurológica, mejora la claridad mental y mejora la salud en general.

En el Instituto Neuroregenerativo de South Florida Injury, comenzamos con infusiones intravenosas (IV) semanales que duran entre 1 y 4 horas según la tolerancia del paciente al NAD+. Los tratamientos son entonces personalizados basados en el alivio sintomático del paciente de sus síntomas específicos de TBI.

La terapia con plasma rico en plaquetas (PRP) es un elemento muy importante de la medicina regenerativa. El PRP se deriva de la sangre extraída del paciente y se somete a un proceso patentado para aislar las plaquetas y los numerosos factores de crecimiento que contienen. Hay varios factores de crecimiento específicos que se encuentran en el PRP y que están indicados para ayudar a las personas que sufren de LCT/conmociones cerebrales mediante la ayuda a la formación de nuevos vasos sanguíneos (vasculogénesis y angiogénesis), principalmente.

En el Instituto Neuroregenerativo del SFI, estos factores de crecimiento se suministran al cerebro a través del nervio olfativo y la placa cribiforme a la que se accede mediante la atomización intranasal del PRP del paciente. Este es un procedimiento indoloro que dura 10 minutos y se recomienda entre 1 y 3 veces dependiendo de la sintomatología del paciente.

Muchos pacientes que sufren una LCT desarrollan dificultades con la marcha y el equilibrio, la coordinación, la cognición/memoria e incluso pueden tener problemas relacionados con su sistema nervioso autónomo, como la variabilidad del ritmo cardíaco.

En el Instituto Neuroregenerativo de SFI, los pacientes se someten a una evaluación exhaustiva por parte de un fisioterapeuta especializado en este campo, que incluye:

• Evaluación de la marcha, el equilibrio, la función oculomotora y vestibular.
• Evaluación musculoesquelética relacionada con cualquier disfunción de la cabeza, el cuello, la marcha y/o el equilibrio.
• Evaluación cognitiva que establece mediciones de referencia de los diferentes aspectos de la cognición, incluida la memoria.
• Evaluación de la variabilidad de la frecuencia cardíaca para guiar el entrenamiento y la regulación del SNA.
• Evaluación de las ondas cerebrales para guiar el entrenamiento y la reorganización del Neurofeedback.

Los tratamientos se adaptan a cada paciente y pueden incluir terapia manual, terapia vestibular y oculomotora, integración sensorial y entrenamiento del equilibrio, rehabilitación cognitiva, terapia de biorretroalimentación de ondas cerebrales, entrenamiento de la variabilidad del ritmo cardíaco y estimulación del nervio vago. Los pacientes suelen recibir tratamiento de 2 a 3 veces por semana, entre 45 y 60 minutos por sesión, y son reevaluados con frecuencia para determinar los progresos y permitir la modificación del plan de tratamiento.